La falta de espacio es un problema común a todas las habitaciones en las edificaciones contemporáneas, pero en los dormitorios infantiles es aún más difícil solucionarlo, ya que habitualmente los niños acumulan múltiples elementos. Por eso la clave es aprovechar los metros cuadrados de la mejor manera.

Es fundamental que intentes utilizar cada centímetro de la habitación: uno de los espacios más desaprovechados es el que se encuentra entre el fin de los muebles y el piso. Allí siempre queda un hueco, en el que podrás colocar cajas de colores para almacenar elementos que no necesites tener a la vista. También utiliza el espacio vertical entre los armarios o la biblioteca, colocando repisas que se adapten a esos rincones.

A la vez necesitarás crear la ilusión de una mayor amplitud en el espacio, para eso utiliza colores claros, espejos y papeles pintados a rayas anchas, que amplían el lugar.

Intenta no bloquear con muebles o estanterías los lugares por donde entre la luz natural o las ventanas, porque de lo contrario se creará una sensación de encierro en el ambiente.

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