Con la llegada de un nuevo integrante a la familia, todo el clan se revoluciona. Es por esto que no es ninguna novedad que la decoración del dormitorio del bebé se convierta en un proyecto en sí mismo a la misma altura que la preparación de la ropa del recién nacido.
A la hora de elegir los tonos de las paredes de este cuarto, es recomendable que se utilicen colores pasteles o suaves capaces de transmitir calma al pequeño. De esta forma se convierten en buenas opciones los rosas pálidos o lilas para las niñas como los celestes para los niños. Otras alternativas, también clásicas, son los amarillos, los verdes o los blancos.
Resulta una excelente idea que elijas muebles que puedan ser utilizados durante los primeros años de vida del bebé. Por este motivo es recomendable escoger una bonita cómoda y un hermoso armario. También es conveniente contar con un sillón que permita brindar cierta comodidad para quien cuide al pequeño.